Ya han pasado seis meses desde que los niños iniciaron su tratamiento. Valoramos la evolución con los médicos y concluímos que los resultados son favorables. Son pequeños detalles pero para los niños suponen un gran beneficio. Santi ha disminuido el volumen de sus vísceras, su barriga no es tan pronunciada. Quique, a pesar de tener las vísceras más grandes de lo normal, no tiene tanta barriga como la tenía Santi a su edad. El tratamiento ha conseguido no aumentar el tamaño.
Además, Enrique no tiene mocos. Santi comenzó a moquear hacia el año de edad. Enrique ya ha cumplido 17 meses y aún no moquea.
Como Santi no ha tenido ningún problema con su tratamiento, la doctora ha decidido comenzar a administrar la medicación de forma más rápida. La infusión se realiza en 10 pasos cada uno de 15 minutos de duración. En total, dos horas y media. Si sumamos los cambios, Santi tarda unas tres horas en recibir su tratamiento. Desde este jueves y cada semana, eliminaremos un paso de 15 minutos hasta disminuir el tiempo total de la infusión a una hora.
Enrique sigue con su nuevo tratamiento. Cada jueves le hacen una analítica a primera hora de la mañana, y si todo está bien el niño recibe la medicación. Esta infusión se hace en 10 minutos, pero debemos estar la mañana entera en el hospital porque tenemos que esperar los resultados del análisis.
Le queda una sesión más y después los médicos realizarán una nueva valoración. Le harán radiografías para comprobar la evolución y la eficacia de la medicación. Si todo va bien, tras esta revisión reanudarán el tratamiento enzimático. Quique deberá acudir dos días a la semana, el martes para recibir la enzima junto a su hermano, y el jueves para la medicación contra el tumor.
La enzima seguirá administándose lentamente, en unas siete horas. Hemos acordado con los oncólogos aprovechar el martes, ya que vamos a estar allí todo el día, para hacerle la análitica y la consulta y así el jueves Enrique no tendría que pasar mucho tiempo en el hospital.
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