El martes acudimos a nuestra sesión semanal en el 12 de octubre. En la valoración inicial la doctora me explicó que a Enrique le administrarían el medicamento a un ritmo más lento para evitar una reacción adversa. Así fue, Enrique tardó alrededor de 5 horas en recibir la infusión, sin embrargo le sentó bien. Esta vez no tuvo fiebre, ni temblores, ni color morado. Nada fuera de lo normal. A partir de ahora, Quique deberá mantener este nuevo ritmo. Con el tiempo, se volverá a aumentar la velocidad para comprobar si acepta bien la medicación. Por el momento, al gusanito le toca ir despacio. Por supuesto, no nos importa pasar más tiempo en el hospital si con ello conseguimos que Enrique asimile perfectamente el tratamiento. En cuanto a Santi, sin novedad.
Me alegro de que haya funcionado bajar la velocidad. Un abrazo muy fuerte para los cuatro.
ResponderEliminarGenial!,una gran noticia.
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