sábado, 25 de febrero de 2012

Segunda revaloración

El pasado jueves acabamos el segundo ciclo de quimioterapia. Ahora toca una nueva valoración. Comprobaremos si todo marcha bien. El próximo día 1 tenemos previstas las radiografías de la cadera y del fémur. Dependiendo del resultado continuaremos o no el tratamiento como hasta ahora, un día a la semana.
En cuanto al tratamiento enzimático, todo sigue igual. Cada martes acudimos al hospital preparados para soportar un largo y cansado día. Enrique  mantiene la velocidad de infusión a un ritmo muy lento, unas 8 horas, y Santi la aumenta muy despacio, puesto que siempre espera a que acabe su hermano. Los médicos piensan que ya que va a estar allí todo el día, podemos tomarnos el aumento de velocidad con tranquilidad y así asegurar que no va a haber ninguna sorpresa por el cambio. Me parece bien.
El último martes fue deseperante. Había mucho lío en la planta y los niños no pudieron empezar el tratamiento hasta las doce del mediodía. Salimos del hospital sobre las nueve de la noche, desde las ocho de la mañana. Un día que nos gustaría no repetir. Se hizo interminable. Los niños acabaron muy cansados y yo también. Llegué a casa sin ganas de hacer nada más que meterme en la cama a descansar. Por lo menos, nos dieron de cenar en el hospital. Al día siguiente, a madrugar para ir al cole, los peques a "estudiar" y yo a trabajar. Vaya día que pasé, nada bueno. El cansancio no me dejaba pensar con claridad y lo único que tenía en la cabeza era "ayer, día completo de hospital y mañana más hospital (por el tumor de Quique)" Siempre he dicho que hay días buenos y días no tan buenos (por no decir, malos). Me vendrían bien unas vacaciones, pero no unas de verano, no, unas vacaciones de enfermedad. Olvidarme de hospitales, pruebas, consultas, medicinas... ¿Cómo se puede desconectar de una enfermedad con la que convives? ¿Cómo dejar a un lado el Hunter y la Histiocitosis cuando afectan a tus hijos? Qué difícil.
Después de haber descansado todo el sábado las cosas se ven de otra forma. Siempre pienso, ¿qué será de los niños si no lucho yo por ellos? Así que no me queda otra, seguiremos luchando cada día.

No hay comentarios:

Publicar un comentario