Terminaron las vacaciones. Al menos hemos disfrutado de unos diez días en Almería. Tranquilidad, sol y playa. Hemos descansado y regresamos con las pilas cargadas para afrontar el nuevo curso. A Enrique le ha gustado mucho el agua de la playa, tanto que hasta la bebía. No dejaba de chapotear en su piscinita a la orilla. Santi no quería ni pisar la arena pero una vez que entraba se lo pasaba genial comiéndosela.
De vuelta a nuestra rutina, retomamos el tratamiento y las numerosas visitas hospitalarias. Primero, valoración de Enrique en el centro base, para el reconocimiento del grado de minusvalía. Al día siguiente, el tratamiento y hoy prueba para Enrique de potenciales evocados.
La prueba ha ido bien, Quique se ha dormido y se le ha podido hacer sin dificultad. El resultado aún no lo sé, el médico encargado está de vacaciones, tardarán unos días en dármelo. Por lo que me ha dicho la técnico me da la sensación de que el resultado va a ser igual que lo fue con Santi tiempo atrás. Una pérdida de audición considerable. Habrá que esperar a ver qué dice el médico.
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