El otorrino nos derivó a un centro especializado en audiología y foniatría para intentar realizar una audiometría a los niños. Acudimos el pasado lunes. La prueba es muy subjetiva porque requiere la colaboración de los pequeños.
La audiometría en los niños se hace a través del juego. Para ello, primero hay que, como dicen los profesionales, "condicionar" al niño. Y se hace con una práctica muy sencilla: basta con disponer de un tambor y un juguete de piezas para ensartar o simplemente bloques para meter en una caja. El niño debe coger una pieza y esperar al golpe del tambor, en el momento en que lo escuche coloca la pieza donde corresponda o mete un bloque en la caja. En un primer momento, la persona que toca el tambor se sitúa a la vista del niño para que pueda ver y oir cuando se produce el sonido. Una vez aprendido, la persona con el tambor se oculta para que el pequeño solamente escuche el sonido. Con este juego se consigue adiestrar al niño para obtener una respuesta determinada ante el sonido y poder realizar la audiometría.
Para Santi es bastante complicado. El lunes ni siquiera conseguimos que aprendiera la dinámica del juego. Santi no tiene paciencia y es muy difícil hacerle comprender que debe esperar a escuchar el sonido para poder meter las piezas en la caja. Tanto en casa como en el centro de atención temprana, seguiremos insistiendo con este juego para ver si el próximo lunes, día en que volveremos a intentar la prueba, conseguimos sacar algo en claro.
Con Quique fue más sencillo porque aplicaron el método Suzuki. El bebé frente a varias cajas oscuras puede ver como, tras escuchar un sonido, una de las cajas se ilumina dejando ver en su interior un perrito que canta y baila. Si se "condiciona", el bebé, cuando oye el sonido, gira su cabeza para ver el muñeco iluminado y en movimiento. Intentaron este método con Santi, pero los muñecos no le llamaban la atención y no conseguían que girara la cabeza hacia ellos.
A Quique también le repetirán la prueba el próximo lunes, no porque haya ido mal sino porque en los bebés siempre hacen un mínimo de dos audiometrías para comparar resultados y sacar conclusiones. Los más pequeños se cansan pronto y, a veces, no responden al sonido, precisamente, porque están cansados, no por no escucharlo.
Espero que el próximo lunes consigamos algo con Santi.
¿No les han hecho potenciales? Las audiometrías son muy fiables pero también muy complejas en niños pequeños, establecer el nivel de audición puede llevar unas cuantas sesiones...
ResponderEliminarLes han hecho potenciales pero el resultado no nos cuadra con la realidad. Quienes tratamos con Santi creemos que oye pero la prueba dice que el niño está completamente sordo. Por eso intentamos un test diferente.
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