El otorrino se sorprendió mucho al decirle que todos los que conocemos a Santi creemos que oye bien. La prueba dice lo contrario. El retraso mental puede deberse a la enfermedad pero un déficit auditivo puede agravar ese retraso. Si de verdad hay un problema de audición debemos corregirlo cuanto antes para que el niño tenga la oportunidad de recuperar el máximo posible.
El doctor nos manda a otro centro para realizar una prueba auditiva diferente. Después valorará los nuevos resultados y decidiremos si son necesarios los audífonos. Como vemos que Quique va por el mismo camino que su hermano, también le harán esta prueba.
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