La semana pasada recogimos los audífonos de Santi. Nada más ponérselos se mostró asustado, se le notaba nervioso, inquieto. Quizá se sentía extraño. A los pocos minutos esa sensación se desvaneció y Santi volvió a ser el de siempre.
Le hicieron una nueva puebra auditiva con los audífonos colocados y el resultado fue el mismo, sordera severa. La audióloga me explicó que es necesario un periodo de adaptación, durante los primeros días los llevará unas pocas horas. Su uso irá aumentando progresivamente hasta llevarlos todo el día. Sólo se los quitará para dormir o ducharse.
En 15 días regresaremos para hacer un nuevo test de audición. Observaremos su respuesta y comprobaremos si hay mejoría. En los pocos días que los ha usado nosotros no hemos notado cambio alguno, insisto en que hay que darle tiempo, pero la primera impresión no ha sido nada buena, tengo la sensación de que los audífonos no van a servir de nada. Espero equivocarme.
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