domingo, 1 de septiembre de 2013

Fuera mocos

Tuvimos una temporada de mocos constantes, parecía que esta vez no se marchaban. Por la noche, no dejaban dormir bien a mi peque...
A finales de julio, hablé con la neumóloga. Le mandó un tratamiento con singulair y nasonex. Pensábamos que el nasonex no querría tomarlo, porque es un espray nasal y Quique no acepta que le pongan nada en la nariz. Es una odisea limpiarle los mocos simplemente con suero, así que pensé que esto constaría mucho dárselo.
- "Es muy suave, dale lo que puedas, lo que se deje, qué vas a hacer" - me decía la doctora. - "Los polvos (singulair), les encantan a todos los niños, se los toman fenomenal".
Y es cierto, los polvos le gustan, se los toma solos sin necesidad de mezclarlos en alimento.
Los niños son imprevisibles y te sorprenden de mil formas. Quique no sólo ha aceptado perfectamente echarse el nasonex sino que antes de acostarse, es él quien busca el bote y me lo da señalándose la nariz. Se ríe cuando se lo pongo.
El resultado, magnífico. Los mocos han desaparecido por completo.
Ahora, duerme mucho mejor. Ya pasaron aquellas noches en las que se despertaba sobresaltado, llorando desconsolado, sin que nada pudiera calmarle. Es cierto que no duerme del tirón, sigue despertándose pero cuando lo hace bebe agua o se asegura de que estoy a su lado y se vuelve a dormir.

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