viernes, 4 de noviembre de 2016

En el cole nuevo

Quique entra muy contento en su cole nuevo. Los inicios costaron un poquito, pero ya se sabe, los comienzos siempre son duros.
A Quique le costaba especialmente la ampliación. Esas horas "de más" en el cole. Llegar antes del inicio de las clases y salir más tarde para hacer compatible su horario con el nuestro. Esos momentos en los que está jugando con otros niños del cole que no son de su clase, ni siquiera de su edad y están al cuidado de un monitor que se ocupa de ellos. A Quique no le gustaba nada. Se quedaba llorando y quería escapar. Era de los primeros en llegar y el monitor tenía que cerrarle la puerta para que no se escapara.
Sin embargo, al entrar en clase, ya en horario escolar, la profe nos contaba que entraba muy contento y animado. Y que se mostraba alegre, seguro y confiado todo el tiempo.
El de Quique es un cole ordinario con aulas de educación especial. Un tipo de escolarización combinada que apuesta por una total inclusión educativa. Y allí es donde está él, en una de las aulas de educación especial. Comparte con los niños de "ordinaria" el patio, los comedores, y todo tipo de actividades extraescolares así como salidas o excursiones.
Además, comparte con los niños de primero de primaria (que sería el nivel que por edad le correspondería) la sesión semanal de plástica y las dos de educación física. El resto del tiempo lo pasa en su aula específica con sus cinco compañeros y sus profes.
Y está muy contento y bien integrado.
Nos costó entrar en el cole. Ya conté en otro post que no había plazas pero, finalmente, y después de mucho insistir, tuvimos la suerte de acceder a una y, de momento, estamos contentos.

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