viernes, 27 de diciembre de 2013

¿Y si quiero otro hijo? (II)

Pero..., me quedé embarazada. Y empezó la carrera de fondo por conseguir ese estudio prenatal que, según me explicaban los médicos, hasta hace poco se hacía sin problemas pero que hoy en día es cada vez es más difícil de solicitar debido a la crisis, los recortes y demás historias. Nadie quiere asumir los costes de unas pruebas genéticas que son muy caras. 
- "Me corresponde"-pensaba yo-, "no estoy pidiendo ningún capricho, tengo que saber si mi hijo está enfermo".
Entre la burocracia hospitalaria, las típicas náuseas y los nervios he pasado un primer trimestre horroroso.
- "¿Qué pasará? ¿Estará bien? Si fuera niña..."
En el Doce de Octubre me dejaron claro que la primera prueba debía hacerla en la semana nueve o diez de embarazo. Sin embargo, no me podían dar la cita por pertenecer a otra zona y eso que yo tengo historia abierta en ese hospital y ya había estado en esa consulta. Debían mandarme desde mi hospital, el de Parla. Tenían que hacer una canalización y debía ser cuanto antes porque el papeleo tarda y se cumplía el plazo.
Fui a mi médico para que me mandara al ginecólogo de Parla y la primera cita me la daban para el 10 de enero de 2014. Había pasado con creces la semana 9/10 de embarazo. La doctora me dijo que ella explicaba el caso en la petición de cita y que pedía que me la adelantaran lo antes posible pero que si no recibía noticias en una semana me fuera a urgencias y le pidiera el favor al ginecólogo de guardia.
Empezaba la cuenta atrás. Me quedaban un par de semanas para cumplir el plazo y no tenía más que impedimentos.
Pasaron siete días, sin noticias del hospital. Así, decidí acudir a urgencias. Y le expliqué el caso a los ginecólogos. Ellos me dijeron que harían lo posible. De hecho, me dio una cita para consulta al siguiente día. Así podrían hacerme la famosa canalización. 
Al día siguiente, ya en consulta, la doctora me hizo todos los papeles necesarios pero me dijo que el Doce estaba rechazando las canalizaciones. Que no daban a basto y trataban antes a los suyos que a los que venían de fuera. Me dijo que tenía un par de mamás que habían parido y aún estaban esperando su canalización.
Ante este panorama me desesperaba:
- "No puede ser"-pensaba-. "Pero si no se tarda nada en hacer la prueba, es un pinchacito y ya".
La misma doctora me aclaró que la prueba de sexo fetal no la hacían en Parla. Al menos no por la seguridad social. Si lo deseaba podía hacerla de forma privada, asumiendo yo el coste.
Por si no conseguía la cita en el Doce, ella me preparó los papeles necesarios para realizar la biopsia de corión en Parla. Con mis informes nadie se podría negar a hacerme esa prueba, me decía ella. Pero es invasiva y en caso de ser niña para qué someter al feto a un riesgo innecesario.
Así, insistí en la lucha por el test de sexo fetal en el Doce de Octubre, aunque un poquito más tranquila sabiendo que pasara lo que pasara, al menos la biopsia la tenía asegurada en el hospital de Parla.  

1 comentario:

  1. Enhorabuena Zita!! De todo corazon deseo que todo salga bien y no tengas que volver a pasar otra vez por lo mismo, no te lo mereces. Mantennos informados!! Un abrazo y toda la suerte del mundo!!

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