lunes, 22 de septiembre de 2014

La recogida del cordón

Mi nuevo embarazo nos brindó una oportunidad única. Recoger y guardar la sangre del cordón por si en un futuro Enrique puediera beneficiarse de ella.
Los oncólogos me dijeron que para la histiocitosis es poco probable su uso pero coincidieron con la especilista de metabóclicas en que sería interesante conservarlo por si le sirve para el Hunter.
Pregunté en el hospital de Parla, donde di a luz. A Quique le están viendo en el Doce de Octubre de Madrid. En Parla, me facilitaron una lista de empresas privadas que tienen un acuerdo con la seguridad social y me dijeron que debía contactar con ellas para recibir la información completa y contratar sus servicios. 
Así lo hice. Contacté con una de las empresas y me di cuenta de lo caro que es recoger la sangre del cordón. Ellos me explicaron que al ser una donación dirigida (la sangre se guardaría para uso privado a nombre de Enrique), tendrían que almacenarla en un banco privado y eso supone hacerlo fuera de España porque la legislaicón vigente no permite tener muestras privadas en los bancos españoles, todas deben ser de uso público y un banco no puede negarse a dar una muestra si le es requerida.
La empresa nos propuso tres opciones y nos aconsejó decantarnos por una de las dos primeras:
- hacer una donación privada, donde se almacena la muestra en bancos fuera de España y se guarda exclusivamente para el solicitante. En este caso el coste ronda los 2000 euros para 25 años. Dependiendo de la empresa los cobran o no aún cuando la muestra, por la razón que sea, no es válida y no puede guardarse. 
- hacer una donación a un banco de la empresa situado en España. También debíamos asumir el coste de 2000 euros. La sangre se guardaría para Enrique pero si se le solicita al banco, tanto para un paciente como para la investigación, estaría obligado a entregarla. En ese caso la empresa nos lo comunicaría y nos devolvería el importe invertido para el almacenaje.
- hacer una donación anónima a un banco público perdiendo todos los derechos sobre el cordón. En este caso se almacenaría de forma anónima y no podríamos recuperar la muestra en caso de que Enrique la necesitara.  

Ninguna de las opciones nos servía. Las dos primeras por llevar un coste tan elevado, no podíamos permitirnos pagar esos 2000 euros. Y la tercera por ser una donación anónima. 

Volví a hablar con la doctora y con los oncólogos. Fueron estos últimos los que me explicaron que la Seguridad Social cubre la recogida y almacenamiento del cordón umbilical cuando la razón es una enfermedad grave. El hospital 12 de Octubre dispone de un banco exlusivo para transplantes y allí recogerían y guardarían el cordón sin ningún coste. 
Siendo una patología como la de Quique era muy razonable guardar el cordón y en caso de que Quique no lo llegue a utilizar, ese cordon se empleatá en quien lo necesite.

Se encargó de la recogida el Banco de transfusiones de la Comunidad de Madrid. Ellos me explicaron que para una donación dirigida como era la nuestra, aquella en la que la muestra se guarda para un paciente enfermo con nombre y apellidos, recogerían el 100% de la sangre. Debíamos saber que no siempre las muestras recogidas son válidas para su almacenamiento. De eso nos informarían una vez analizada en el banco. 
Los casos en los que no recogen las sangre también me los explicaron:
 - fiebre superior a 38º en la madre,
 - anemia severa de la madre,
 - enfermedades infeccionas transmisibles,
 - gestación de menos de 34 semanas.
En otros casos habría posibilidad de descartar la recogida:
 - bolsa rota de más de 12 horas antes del parto,
 - meconium en el líquido amniótico.
 - riesgo para el feto.
Me informaron que la recogida del cordón no supone ningún riesgo ni para el bebé, ni para la madre. Y aunque la extracción sea exitosa y la muestra provenga de la hermana, la sangre no tiene por qué ser compatible con Enrique aunque siempre hay más posibilidades viniendo de su hermana que de cualquier otra persona.
También hablamos del tema logístico. Siempre que hay un enfermo interesado son muy cuidadosos con este tema. Nadie estaba dispuesto a perder la muestra por un fallo en el transporte. Había que tener en cuenta que el laboratorio cierra los fines de semana y que a partir de cierta hora hay que contactar con el personal de guardia. 
Para evitar la pérdida del cordón por estas cuestiones, los médicos de acuerdo con el centro de transfusiones decidieron provocar el parto. 
Así, tuve un parto inducido pero natural y el cordón pudo extraerse y transportarse en el mismo día sin dificultad.
La matrona me dijo que se obtuvo mucha cantidad, prácticamente el 100%. Ahora esperamos los resultados del banco y así saber si la sangre es apta para su conservación.

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