El pasado martes, nos fue mal el tratamiento. Tras mucho tiempo sin problemas, de nuevo, Quique sufrió una reacción adversa ante la enzima.
A las dos horas de infusión, la dificultad respiratoria y los temblores nos obligaron a detener y suspender la sesión de tratamiento.
Unas horas antes, la doctora me decía que estaba pensando en aumentar un poco más la velocidad de infusión.
Ha sido una reacción muy extraña porque aún no se había hecho ningún cambio. La premedicación correctamente administrada, la misma pauta de tratamiento, la misma velocidad... Sin embargo, la reacción se produjo.
Se pensó en una posible infección del catéter. Algo poco probable porque apenas tuvo fiebre y los síntomas desaparecieron al parar la medicación.
Aún así, la próxima semana tomarán una muestra para un cultivo, y descartar la infección del porta.
El martes probaremos a la misma velocidad a ver qué pasa. Si vuelve a tener otra reacción no nos quedará más remedio que volver a ralentizar la velocidad de infusión.
Espero no regresar a las ocho horas de tratamiento. Ojalá haya sido una reacción aislada y no se vuelva a repetir.
Por otra parte, sigo intentando conseguir la cita en el Niño Jesús. Volví a hablar con la pediatra para que me hiciera el nuevo papel con la especialidad correcta. Pero ella solo me puede mandar al servicio de odontopediatría del centro de salud porque el sistema no le permite una derivación al hospital.
Sigo dando vueltas y perdiendo el tiempo. Ahora debo ir al odontólogo del centro de salud y pedirle a él que me derive al hospital. Veremos si a él sí se lo permite el sistema informático.
De momento, sigo dudando de la libertad de elección de centro...
Cuanto lo siento. Espero que haya sido una casualidad y que todo haya vuelto a la normalidad. Un abrazo.
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